Las Mujeres que me Habitan
Una mujer que se mira a sí misma desde y con su propio cuerpo, decide parar los pensamientos, la vorágine y la ansiedad generada por un entorno circundante que le exige un futuro resuelto. Se para en el presente, nota que su cuerpo le cuenta su historia, parece un papel, un lienzo que tiene dibujos, colores, texturas, formas, temperaturas, que lo puede tocar. Pero también entiende que su cuerpo le grita cosas que no se ven, sentimientos que lleva por dentro, algunos queman en la carne, mientras otros fluyen entre sus pensamientos. Puede verse por fuera, por dentro y puede sentirse. Descubre un secreto, no es sobre ella, es una ilusión utópica de que otras/os también “paren”, se miren, la miren y dejen de pegarse en una guerra estéril y destructiva entre pensamientos e ideales que solo matan el deseo de vivir.
La obra es una invitación a repensar ciertos conceptos y discursos que repetimos a diario y que si bien salen de nuestra boca, habitan nuestras mentes y cuerpos; y convierten nuestros ojos y lenguas en armas destructivas contra nosotros mismos y contra otros/as. Apela a la necesidad de un despertar de la conciencia en nuestra sociedad, propone como herramienta la experiencia de nuestros cuerpos, traer las pasadas para decidir cuáles habitar en el futuro.
También es una invitación a reconocernos, entre las diversas mujeres que habitamos el tejido social, pero también a aquellas que habitan el tejido de nuestro cuerpo, nuestra carne. Comprender que es una tarea compleja y a veces, de difícil acceso, pero que es importante si deseamos elegir cómo vivir nuestras vidas y cómo habitar nuestros cuerpos.
Aquí puedes descargar el texto completo en formato PDF
LAS MUJERES QUE ME HABITAN
